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Más juego al aire libre, menos pantallas

Vivimos en un mundo en el que las pantallas están cada vez más presentes en la vida de los niños. Desde edades muy tempranas, los dispositivos electrónicos se han convertido en un recurso habitual para entretener a los más pequeños. Sin embargo, el juego al aire libre sigue siendo fundamental para su desarrollo físico, emocional y social. ¿Por qué es tan importante? ¿Cómo podemos fomentar más tiempo de juego sin pantallas? Hoy te lo contamos.

Los beneficios del juego al aire libre

Cuando los niños juegan fuera de casa, no solo se divierten, sino que también están fortaleciendo su cuerpo, su mente y sus habilidades sociales.

1. Se mueven más y crecen mejor
Jugar al aire libre implica correr, saltar, trepar, montar en bicicleta o en su correpasillos. Estas actividades les ayudan a fortalecer músculos y huesos, mejorar la coordinación y desarrollar el equilibrio. Además, la exposición al sol les permite sintetizar vitamina D, clave para su crecimiento.

2. Desarrollan su creatividad e imaginación
Los espacios abiertos ofrecen infinitas posibilidades para el juego libre. Un parque, un jardín o una simple acera pueden convertirse en una pista de carreras, una expedición a la jungla o una ciudad imaginaria. Este tipo de juego estimula la creatividad y el pensamiento simbólico, esenciales en la infancia.

3. Se relacionan mejor con otros niños
Los niños que juegan al aire libre tienden a desarrollar mejores habilidades sociales. Al compartir con otros, aprenden a esperar turnos, cooperar y resolver conflictos. Además, en el juego libre, los niños no solo siguen reglas, sino que también las crean, favoreciendo su autonomía.

4. Disfrutan del momento y reducen el estrés
Según la Academia Americana de Pediatría, el juego activo al aire libre ayuda a reducir la ansiedad y mejora el estado de ánimo en los niños. Moverse en espacios abiertos, sin estímulos constantes de una pantalla, les permite relajarse y conectar con el presente y con lo que le rodea.

juego al aire libre

¿Por qué limitar el tiempo de pantalla?

El exceso de pantallas en niños pequeños puede afectar su desarrollo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los menores de 2 años no tengan exposición a pantallas y que los niños entre 2 y 5 años no superen una hora al día.

Algunos efectos del exceso de pantallas:
- Retraso en el desarrollo del lenguaje: los niños que pasan demasiado tiempo con dispositivos electrónicos interactúan menos con sus padres y cuidadores, afectando su vocabulario.
 Menos actividad física: pasar horas delante de una pantalla reduce el tiempo de movimiento y puede favorecer el sedentarismo.
- Mayor irritabilidad y menor concentración: el exceso de estímulos digitales puede hacer que los niños tengan menos paciencia y dificultad para mantenerse atentos a otras actividades.

juego al aire libre

Cómo fomentar el juego al aire libre

No se trata de eliminar por completo las pantallas, sino de encontrar un equilibrio y priorizar momentos de juego real. Aquí algunas ideas:

Crea una rutina de juego al aire libre: Dedica al menos 30 minutos al día a salir a jugar con tu hijo. Puede ser en el parque, en el jardín o en la calle.
Ofrece juguetes que inviten al movimiento: Bicicletas, correpasillos y coches eléctricos son ideales para que los niños disfruten mientras desarrollan habilidades motoras.
Haz del juego una actividad familiar: No se trata solo de "mandarles a jugar", sino de compartir el momento. Un paseo en bicicleta juntos o un juego en equipo hará que lo disfruten aún más.
Deja que se aburran: Los niños no necesitan entretenimiento constante. Cuando se aburren, su imaginación se activa y encuentran nuevas formas de jugar.

Jugar al aire libre es una necesidad, no un lujo. Es el camino para que los niños sean más activos, creativos y felices. Las pantallas pueden formar parte de su vida, pero no deben reemplazar la experiencia de correr, explorar y jugar con otros niños.

Si queremos que nuestros hijos disfruten de una infancia plena, démosles más momentos de juego real y menos tiempo frente a una pantalla. ¡La mejor aventura comienza fuera de casa! 

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