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Huevos de Pascua en casa

Si tienes peques en casa, ya sabes que las vacaciones de Semana Santa son ese momento del año en el que intentas descansar… mientras alguien grita “mamáaaaaá, se ha roto el huevo”, otro corre por el pasillo en pijama a las 12 del mediodía y tú aún no sabes si es martes o viernes. Pero también es una oportunidad genial para crear recuerdos que no cuestan casi nada y que les acompañarán siempre.

Y no, no hace falta ser Pinterest ni tener una cesta de mimbre perfecta. Hoy venimos a proponerte algo mucho más real: jugar con huevos de Pascua en familia, a vuestra manera.

Aquí van algunas ideas para convertir la Semana Santa en una aventura divertida, sin moverte (demasiado) de casa:

 1. Decoración sin dramas 

Coge huevos cocidos, de plástico o cartulina, y deja que los peques se desaten: témperas, ceras, pegatinas, purpurina (con mucho riesgo y poco control)… ¿Quedarán preciosos? Probablemente no. ¿Se lo pasarán bomba y te pedirán repetir al día siguiente? 100 % sí.

¿Una variante fácil? Huevos dibujados y recortados. Cada uno puede hacer su propia “colección” con caras, colores y nombres tipo “Huevo Flash”, “Señora Clara” o “Capitán Cáscara”.

2. Búsqueda de huevos en casa

No tienes jardín, pero sí creatividad. Esconde huevos (de chocolate, sorpresa o dibujados) por el salón, el pasillo o incluso en la lavadora. Usa pistas como “está cerca del sitio donde bailamos” o “bajo donde duerme el osito”. Con niños más pequeños, solo esconder y dejarles explorar es suficiente.

¿Nivel pro? Haz un mapa dibujado por ti (muy mal, eso da más risa) o deja huellas del “conejo de pascua” por el suelo.

3. Cocinar juntos (y dejar que se manchen)

Podéis preparar torrijas en versión mini, galletas con forma de huevo o, más fácil todavía, plátano en rodajas con chocolate fundido y topping de colores. Comer con las manos, probar la masa y terminar con harina en el pelo es parte del encanto.

injusa pascua

4. Inventad vuestra tradición 

Que los huevos los traiga un “Conejo Cohete” o que haya que cantarle una canción para que aparezcan. Que cada año pintéis uno con vuestros nombres. O que escondáis mensajes en vez de dulces: “vale por un abrazo gigante”, “puedes elegir el postre”, “hoy decides tú el cuento”.

No hay reglas. Solo ganas de pasarlo bien y disfrutar.

Así que no te preocupes si no tienes tiempo, ni energía, ni todo bajo control. Tienes lo más importante: niños que solo necesitan tu atención, tus ideas locas y que estés ahí.

Huevos pintados con garabatos, risas en el suelo del salón y chocolate por la cara… eso sí que es Pascua

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